sábado, 29 de febrero de 2020

Lucas el Camello

Cuentos del Señor Oso - Lucas el Camello
Soy el Camello Lucas, un elegante mamífero  con dos jorobas. Me gusta mucho el sol y me alimento con hierba y otras plantas porque también soy herbívoro. Mi familia ancestral, aunque vivió inicialmente en América del norte en el sector de Kansas, a causa de las glaciaciones hace miles de años, emigraron a través de las tierras congeladas a Eurasia y África, hacia  las zonas desérticas y otras muy secas; allí estamos viviendo aún, algunas de las tres especies diferentes de camellos y dromedarios, que continuamos habitando el planeta.

Como mis abuelos y padres camellos vivieron entre 40 y 50 años, yo espero disfrutar de la vida también por muchos años como ellos lo hicieron.  En el desierto me ha gustado compartir con otros animales como caballos y cebras, en las correrías cortas y largas que se hacen transportando turistas y sus cargas.  Cuando estos quieren conocer un poco del desierto, su vida allí y hasta conocer algún oasis donde nos alimentamos y tomamos el gran volumen de agua que necesitamos para sobrevivir en largas caminadas de hasta dos semanas, sin encontrar fuentes para beber nuevamente el agua fresca.

Tengo una cebra amiga llamada “Lucía” y un caballo amigo llamado “Maromero” que les ha gustado acompañarme en algunas correrías...





José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

La Vaca Amelia

Cuentos del Señor Oso - La Vaca Amelia
Como es de relajante y divertido, visitar las fincas de nuestros abuelos, especialmente cuando hay un buen grupo de animales domésticos como: los perros, las gallinas, los gatos, los caballos, los toros y las vacas.

Indudablemente en el campo y en las fincas se goza bastante, se disfruta del sol, del agua en las quebradas, del aire fresco, se corre por las mangas, se salta entre troncos y piedras y en ocasiones; participamos y conocemos como niños sobre algunas labores campesinas, tales como: el ordeño de las vacas para obtener la leche del desayuno y de la comida, la cogida de los huevos en el corral de las gallinas, poner el cuido a los animales y hasta nos toca en ocasiones ayudar con el baño de los perros.

Existía en Riograto, ciudad cercana al río grande de la región norte de Colombia, una finca  llamada “Agrollano” que pertenecía a nuestra abuela materna y en esta hermosa finca había una distinguida vaca llamada “Amelia”. 

Esta vaca era de piel blanca, con dos grandes manchas negras, una en su lomo y otra en su barriga, y se destacaba por ser la más puntual de las vacas llegando siempre de primera al establo en las horas del ordeño.

Sus amigas y compañeras las vacas: Vetulia, Jacinta, Congracia, Perpleja y Antonia, se mostraban a disgusto porque siempre estaban distraídas y realizando...


Cuentos del Señor Oso



José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

Atenea, la Comadreja Servicial

Cuentos del Señor Oso - Atenea, la Comadreja Servicial
Las Comadrejas son animales que se  localizan  principalmente en Europa, Asia central y algunas poblaciones de América del Norte. De cabeza pequeña,  nariz puntiaguda, orejas cortas que terminan en punta y patas también cortas, tienen un pelaje pardo en todo su cuerpo. Su cuello y parte del pecho les dan la apariencia de tener un babero de color crema o blanco,de forma triangular.

Viven entre los árboles en zonas boscosas de coníferas, robles, pinos y bosques variados.  Pueden vivir en libertad hasta 10 años y  casi el doble en cautiverio. Son mamíferos y carnívoros pequeños que pesan casi dos kilos, muy ágiles para la caza de ratones y de algunos otros roedores.

Se conoció una familia de comadrejas cerca de la ciudad de Lucerna en Suiza,   que estaba compuesta por una  hembra, un macho y seis pequeñas crías. Vivían cerca del lago...


Cuentos del Señor Oso



José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

El Elefante York

Cuentos del Señor Oso - El Elefante York
York, con veinte años de nacido y conociendo que su duración de vida como Elefante podría llegar hasta los ochenta años, como les pasaba a los compañeros de su especie que vivían en Asia y África; disfrutaba amablemente la vida y manejaba con prudencia las situaciones de conflicto, que se presentaban en su caminar.

A esa edad, ya alcanzaba un gran desarrollo de su cuerpo.  Medía tres metros y medio de altura, tenía muy grandes sus colmillos y sus orejas; y poseía una larga trompa con todos los movimientos de sus músculos, que le permitían cumplir funciones de: brazo, nariz y manos a su vez. 

Era un adulto rodeado de una manada con: 12 hembras, ocho pequeños elefantes, preadolescentes unos, otros muy pequeños y hasta un par de recién nacidos, Jacobo y Tobías.  Estos, se la pasaban corriendo tras las mariposas y jugando con una pelota de caucho con mediano tamaño, a la cual pateaban y perseguían por el altiplano, mientras sus mamás elefantes les observaban y tenían al cuidado.
Estos pequeños elefantes, atraían la atención de toda la manada, quienes disfrutaban con sus juegos y picardías.  Un martes, Jacobo y Tobías corriendo tras la pelota de caucho, se tropezaron con un hormiguero grande y lo...


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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

Don Tigre

Cuentos del Señor Oso - Don Tigre
Este era un tigre inmenso que medía casi tres metros de largo incluido el tamaño de su cola, y tenía un poco más de un metro de altura desde el piso hasta sus hombros, cuando se levantaba a caminar.  Se  distinguía por su especial elegancia, que inspiraba respeto entre la población de hombres y animales en Cachemira, ciudad de la India, en el continente Asiático.

A este imponente tigre de color naranja en su pelaje, con lindas rayas negras en todo el recorrido de su cuerpo, le llamaban “Don Tigre”.  Tenía excelente compostura, era de gran sencillez para hablar ante cualquier público, y procedía con singular comportamiento: amistoso, serio, armonioso y muy respetuoso.

Don Tigre en muchos de sus discursos hacía comentarios sobre la posible terminación de su especie animal, que venía en disminución por la persecución (especialmente de los humanos que querían cazarlos para protegerse de su salvajismo desde épocas antiguas), y también, por el interés de expandir sus  tierras para habitarlas, a través de la poda indiscriminada de árboles y la sucesiva terminación de bosques nativos.  Quería el ser humano adicionalmente: aprovechar sus pieles para hacer tapetes variados, usarlas para cualquier tipo de vestimenta diseñada y hasta para exhibir sus cabezas disecadas en algunos muros que algunos cazadores tenían dentro de sus viviendas.
A Don Tigre, con su elegancia, lo escuchaban con gran admiración  todos los animales de la región y los hombres, las mujeres, los niños, los jóvenes y los viejos; pues poseía al leer, todo el conocimiento necesario para atraer... 


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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

La lagartija Teja

Cuentos del Señor Oso - La lagartija Teja
Con lengua larga, silenciosa y vivaz, familiar y simpática, la lagartija Teja se alimentaba de todo tipo de insectos pequeños. Era un animal inofensivo y útil para la protección de los jardines de Barceloneta, un pequeño y atractivo barrio español en donde se encargaba, con su alimentación, de los insectos dañinos que se comían las hojas de las plantas cuando éstas apenas estaban en crecimiento. Ella era capaz de sacrificar con valentía su cola, desprendiéndose de ella para huir de sus enemigos depredadores como pequeños pájaros, aves y otros reptiles más grandes.

Jacinta y Josué, un par de hermosos niños que también vivían en el mismo barrio y apenas tenían 6 y 7 años, se habían constituido en los más inocentes enemigos de Teja y de su grupo familiar de lagartos y lagartijas, pues jugando, corrían detrás de ellas al verlas aparecer en los jardines de sus casas, cuando caminaban por las paredes y muros de los jardines o se encontraban por los techos de las diferentes habitaciones de sus residencias.

Por las tardes, después de salir del colegio, las perseguían con el propósito inocente de conocerlas, sentir la piel lisa de su cuerpo y hasta detallar sus ojos alargados. Sin darse cuenta las hacían sufrir con su persecución y las pobres lagartijas tenían que dar saltos y hacer movimientos evasivos con temor, tratando de esconderse lo más rápido posible de estos grandes curiosos. 

Cuando los niños las lograban atrapar, estas lagartijas agachaban sus cabezas con susto y, si los pequeños se descuidaban, trataban de huir dejando parte de su cola en sus manos...


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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

Tina, la Hormiga Comprometida

Cuentos del Señor Oso - Tina, la Hormiga Comprometida
En un bosque lejano llamado Montur, un día cálido y con el cielo azul muy despejado, nació en un hermoso hormiguero una pequeña hormiga vigorosa, alegre y especialmente afectiva.  Sus padres la bautizaron Tina y disfrutaban de todas sus travesuras y sus encantos.

Tina despertaba un gran afecto en la comunidad de hormigas. Crecía lentamente y demostraba una capacidad de liderazgo admirable. Estaba siempre dispuesta a participar en las actividades al servicio de su hormiguero con otras hormigas de su tamaño y edad.  Hacían bailes, concursos, trabajos de construcción y reparación de viviendas y otras actividades que su pequeño grupo requiriera.

Una tarde la hormiga reina, ya vieja y cansada; al ver el trabajo progresivo y entusiasta que se estaba realizando en su comunidad, citó a una asamblea extraordinaria a todas las hormigas del reino.

Estando reunidas preguntó a las  mayores: 

— ¿A quién creen ustedes que debemos elegir para dirigir, durante los próximos veinte años, los destinos de nuestro hormiguero y nuestro trabajo?
Las hormigas pensaron y debatieron quién debería ser por su capacidad,  inteligencia, entusiasmo,  liderazgo y  compromiso; y por mayoría, eligieron a Tina...


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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

Torch, el Caballo

Cuentos del Señor Oso - Torch, el Caballo
El barrio del Florero apenas comenzaba a levantarse, pues contaba con muchos lotes sin construcción y, a lo sumo, con 16 pequeñas casas terminadas. Un día memorable llegó un hombre de estatura mediana llamado Pedro Albarán, a quien le encantaba la crianza de caballos para el trabajo pesado.

Pedro compró uno de los lotes grandes, que estaba cerca de una hermosa quebrada cristalina, y allí construyó su casa en la que había tres cuartos, una sala, un comedor, una cocina y dos amplios baños. Al lado de la casa construyó un gran establo para el alojamiento de cinco hermosos caballos que tenía, ocupando un espacio de lote tan grande como el de su vivienda.

Este nuevo habitante y su familia causaban una agradable impresión en el barrio, pues todos se respetaban mutuamente y trataban a los caballos con amor y delicadeza: les ofrecían buen alimento, un lugar cómodo para dormir, agua filtrada y les daban frescos baños después de cada jornada de trabajo.

Entre los caballos, había uno de color negro oscuro azabache llamado Torch, que se encargaba del transporte de las maderas para producir muebles en la ciudad cercana al barrio, guiando a los otros caballos que siempre le seguían: Sereno, Travieso, Valiente y Juan Anclas. 
Todos en fila india hacían el debido transporte de maderas día tras día, de lunes a viernes, y las llevaban hasta la bodega de fabricación de muebles ubicada en las afueras del barrio...



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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

Sándor, el León

Cuentos del Señor Oso - Sándor, el León
En las hermosas selvas de África Central, ubicadas debajo del gran desierto del Sahara, existen unas grandes y hermosas sabanas y pastizales en donde se han ubicado algunas manadas de leones, buscando estar en zonas extremadamente secas y calurosas durante la mayor parte del año.  Otras manadas en cambio, se han ubicado en regiones selváticas de la costa del Atlántico y la cuenca del río Congo; zonas donde existen muchas otras especies animales, a las cuales pueden cazar para alimentarse y subsistir.

En una de estas manadas hay una especie llamada León Panthera: mamífero, salvaje, carnívoro y de la familia de los félidos (que poseen un cuerpo esbelto [grande], oído agudo, hocico corto, excelente vista y pueden retraer sus garras para protegerlas, mientras no las usan en la caza).

Los leones machos pueden vivir hasta 7 u 8 años y las hembras hasta 12 o 14 años, en estado salvaje, dentro de un hábitat considerado protegido y seguro.  En cautiverio, los leones y leonas, llegan a durar hasta unos 6 o 7 años más de vida, si están ubicados en grandes zoológicos, bien cuidados, en un espacio de terreno amplio, ambientalmente amigable, y con muy buen alimento.

Entre la manada de Leones Panthera vivió hace mucho tiempo un león llamado “Sándor” que era muy valiente, inteligente e inspiraba respeto en su comunidad por lo cauteloso, responsable y habilidoso que era.
Sándor era el mayor de los hijos de la manada que estaba conformada por 14 integrantes. Esta manada se comportaba muy parecido a las demás familias de leones, pues eran muy sociables, jugaban y se revolcaban en la hierba, cazaban en grupo y marcaban su territorio con la orina para que otros leones lo respetaran y supieran que ese espacio ya estaba habitado por ellos...


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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

El Pingüino Simbad

Cuentos del Señor Oso - El Pingüino Simbad
En el hemisferio sur en el Océano Pacífico cerca de Chile, vivía un pingüino llamado Simbad, quien permanecía la mayor parte del año nadando en aguas de temperaturas frías, a menos de 20 grados centígrados bajo cero.

Era el segundo de cuatro hijos y se destacaba por el respeto que sentía por los demás y por el empeño que ponía en seguir el ejemplo de sus padres, cumpliendo siempre con los compromisos que acordaba con los semejantes. Estaba especialmente comprometido con la educación de los pingüinos pequeños, para que fuera integral y constructiva. 

Simbad era mediano de altura y tenía un pico tremendamente puntiagudo que le servía para pescar camarones y peces diversos entre las aguas del antártico. Se iba fortaleciendo en el transcurrir de los años con el alimento que conseguía y con el exigente ejercicio que hacía cuando nadaba continuamente por el océano durante largas jornadas, disfrutando y saltando las olas que se le interponían para disminuir su velocidad.

Un día claro con un radiante sol muy luminoso conoció a Lorena, una pingüino especial que apareció en las profundas aguas de la Antártida y lo dejó boqui abierto con su gran habilidad para nadar y su especial elegancia. Tenía su cuerpo azulado, poseía un pico fuerte y delicadamente hermoso. Desde ese momento el pingüino quedo muy inquieto y deseoso por conocer detenidamente a Lorena.

Se le acercó y la invitó a conocer un sitio precioso de extensos bajos en el mar, donde se apreciaban toda clase de corales, peces, estrellas de mar, erizos y otros animales marinos pequeños...


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José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

Tomasa, la Ardilla

Cuentos del Señor Oso - Tomasa, la Ardilla
El amor es la virtud que representa todo el afecto. Representa el esmero y agrado con el que se realiza cualquier actividad. Y el amor incondicional es aquel que se entrega sin esperar nada a cambio, como por ejemplo el que se da entre padres e hijos.

Existía en el barrio grande de Mundo Natura una singular ardilla llamada Tomasa, con características muy humanas y grandes atributos: tenía un aspecto bonito, era alta, de pelo rojizo largo, boca rosada agradable, dientes grandes y poseía unas hermosas pestañas crespas sobre sus ojos negros.  

La ardilla tenía una forma de ser especial con los otros animales del barrio, siempre les regalaba una sonrisa de manera cariñosa y comunicaba toda su alegría con sinceridad al saludar. Además, tenía su casa ubicada en un frondoso árbol de eucalipto frente al parque principal del barrio grande, que la ayudaba a ser reconocida por todos los pobladores.

Tomasa se dedicaba de manera permanente a la lectura, pues según ella: “todas las enseñanzas agradables, nacen de los buenos libros”.  Así inició a leer grandes historias, cuentos y hasta aprendió versos y canciones que poco a poco empezó a cantar.
Uno de sus pasatiempos especiales era acostarse en el verde prado cerca al jardín del parque, con sus amigas ardillas Rebeca y Claudia, para divisar las nubes que correteaban por el cielo movidas por la fuerza del viento, formando diferentes figuras de animales como osos, conejos, perros, gallinas y otras tantas bellezas naturales...


Cuentos del Señor Oso



José Horacio Correa Jaramillo.
El Señor Oso

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