En un bosque lejano llamado Montur, un día cálido y con el cielo azul muy despejado, nació en un hermoso hormiguero una pequeña hormiga vigorosa, alegre y especialmente afectiva. Sus padres la bautizaron Tina y disfrutaban de todas sus travesuras y sus encantos.
Tina despertaba un gran afecto en la comunidad de hormigas. Crecía lentamente y demostraba una capacidad de liderazgo admirable. Estaba siempre dispuesta a participar en las actividades al servicio de su hormiguero con otras hormigas de su tamaño y edad. Hacían bailes, concursos, trabajos de construcción y reparación de viviendas y otras actividades que su pequeño grupo requiriera.
Una tarde la hormiga reina, ya vieja y cansada; al ver el trabajo progresivo y entusiasta que se estaba realizando en su comunidad, citó a una asamblea extraordinaria a todas las hormigas del reino.
Estando reunidas preguntó a las mayores:
— ¿A quién creen ustedes que debemos elegir para dirigir, durante los próximos veinte años, los destinos de nuestro hormiguero y nuestro trabajo?
Las hormigas pensaron y debatieron quién debería ser por su capacidad, inteligencia, entusiasmo, liderazgo y compromiso; y por mayoría, eligieron a Tina...
José Horacio Correa
Jaramillo.
El Señor Oso
El Señor Oso
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