York, con veinte años de nacido y conociendo que su duración de vida como Elefante podría llegar hasta los ochenta años, como les pasaba a los compañeros de su especie que vivían en Asia y África; disfrutaba amablemente la vida y manejaba con prudencia las situaciones de conflicto, que se presentaban en su caminar.
A esa edad, ya alcanzaba un gran desarrollo de su cuerpo. Medía tres metros y medio de altura, tenía muy grandes sus colmillos y sus orejas; y poseía una larga trompa con todos los movimientos de sus músculos, que le permitían cumplir funciones de: brazo, nariz y manos a su vez.
Era un adulto rodeado de una manada con: 12 hembras, ocho pequeños elefantes, preadolescentes unos, otros muy pequeños y hasta un par de recién nacidos, Jacobo y Tobías. Estos, se la pasaban corriendo tras las mariposas y jugando con una pelota de caucho con mediano tamaño, a la cual pateaban y perseguían por el altiplano, mientras sus mamás elefantes les observaban y tenían al cuidado.
Estos pequeños elefantes, atraían la atención de toda la manada, quienes disfrutaban con sus juegos y picardías. Un martes, Jacobo y Tobías corriendo tras la pelota de caucho, se tropezaron con un hormiguero grande y lo...
José Horacio Correa
Jaramillo.
El Señor Oso
El Señor Oso
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